Una mujer muere al ser arrollada por una moto en la avenida del Cid
Una mujer de 48 años de edad, cuya identidad responde a las iniciales M. L. A. S., murió el jueves por la noche tras ser atropellada por una moto en la avenida del Cid en Valencia.
El accidente ocurrió sobre las doce menos cuarto cuando la víctima estaba en compañía de una pareja de amigos y se disponía a cruzar la avenida del Cid a la altura del número 25.
Una moto Honda de gran cilindrada, en la que viajaba una pareja joven, arrolló a la mujer, hiriéndola gravemente. La mujer fue trasladada en una ambulancia al hospital La Fe, donde falleció.
El impacto fue tan brutal que la víctima salió despedida y recorrió cerca de 40 metros. Los dos ocupantes de la moto resultaron heridos, por lo que fueron evacuados al Hospital General.
Hasta el lugar del siniestro se trasladaron con urgencia varias patrullas de la Policía Local de Valencia. Tras atender a los heridos en primera instancia, los agentes procedieron a instruir el correspondiente atestado y abrieron una investigación para determinar las causas del accidente mortal.
(Las Provincias, 14 noviembre de 2009)
UNA CARTA A MARI LUZ
Bueno Maruli, como te llamábamos los más cercanos, que decir…no sé ni como empezar, aún no creo que desde hace 72 horas ya no estás aquí.
Sabes… me viene a mi mente lo que en los últimos años hemos compartido, muchas alegrías y tristezas, idas y venidas, todo lo que me has dado y yo he intentado corresponder, por que sí.
Es esa escandalosa humanidad tuya, tu generosidad sin límites, tu apego a las personas por ti queridas, aun a sabiendas que no te iban a corresponder, esa forma peculiar de entender la libertad, esas pequeñas o grandes locuras que hemos compartido.
Sí, hace unos años descubrí que no eras aquella chica de ayer, joven, atractiva, algo alocada. Te descubrí a ti y nos descubrimos los dos, pero ya ves, han sido unos años que nos han unido en la intimidad, la amistad, el conocimiento mutuo y el valor de los sentimientos que tan a flor de piel tenías y de los que me impregnaste.
Qué decir…. nuestras cenas, bailes, nuestras largas horas de tertulia solucionando los problemas de lo humano y de lo divino, nuestros Karaokes hasta el amanecer, de nuestras travesuras y pequeñas gamberradas, de nuestros cubatas de “Absolute con limón”, de nuestro libro que escribíamos a medias, de tus poesías que tan pocas veces salieron de tu cajón y compartiste conmigo, de tantas y tantas cosas….
Ahora, ya no podremos hacer dúos con Sabina, Serrat, Luz Casal, Miguel Bosé, Antonio Vega, sí, los que tanto te gustan. Ni me ayudarás a hacer la paella del domingo, ni nos podremos echar broncas, ni enfadarnos por un “quítame las pajas”, ni tan siquiera llevarnos el servilletero de un bar, ni soñar en irnos a vivir al caribe…ni…ni…ni….
En fin, sabes que mi silla ha quedado coja. Podré renovar mi centro de gravedad, pero a ti, nunca te renovaré. Has dejado un espacio vacío en mi mundo, pero te llevo tatuada en mi corazón de forma indeleble.
Si nos volvemos a ver y existe eso del otro mundo, mientras llegue, ten la nevera llena, prepara los Karaokes, hazte a algún angelito de esos que van sueltos por ahí, y espera, porque nos pondremos hasta “el culo” de todo y nos hartaremos de reír del mundo y de nosotros mismos…….
Y es que ya me queda poca tinta y ninguna lágrima…Maria de la Luz Alcántara Sanchiz.
P.D.: Tenías que ser original hasta en la forma de irte…. Te quiero.
Tuyo hasta el fin.........tu amigo Juanvi…….